En este preciso momento en los rincones de mi mente, se está llevando a cabo un encuentro fatal entre la nostalgia, la tristeza y la agonía. La confusión esta pilotando este avión sin curso que es mi corazón, no se si vienen tiempos difíciles o si ya están aquí, pero repentinamente, el cielo se hizo gris, el sol no encuentra salida ni yo tampoco.
Hay tanto por hacer, tanto que pensar, tanto por decir, y sin embargo permanezco inmóvil, esperando que pase la tormenta, oculta bajo la sombra del miedo.
Este camino apenas comienza, y la verdad, no tengo mucho que decir.
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgano
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
Pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgano
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Mario Benedetti