Me quedé esperando a que el profesor los corrigiera, mi amiga Nathalie me acompañaba, como siempre lo hace, positiva, paciente, con una sonrisa, y llegó el momento, el profesor me llamó al salón de clases y me entrego el examen cerrado, y me dijo: "Felicitaciones....Licenciada". Para serles completamente sincera creo que el profesor me ayudó a llegar al 10. Pero de cualquier manera, estoy feliz, lo logré, terminé, una meta más, un ciclo más de los muchos que me faltan por completar, pero uno muy importante para mí y mi familia.
Me siento liberada, satisfecha, y orgullosa de mi misma.
Al llegar a mi casa y después de compartir tan importante noticia con mi mamá y llamar a mi hermana a Estados Unidos, comencé a reflexionar sobre los muchos ciclos que me falta por iniciar y por culminar, en las muchas pruebas que la vida me tiene preparada, y la certeza de que muchas de ellas no van a durar 4 horas, me tomará días, meses y hasta años pasarlas, pero hoy más que nunca, siento que es a través de esas pruebas, que nos fortalecemos como seres humanos, que es la experiencia que nos dejan la que nos garantiza no un 10 sino un 20 en el arte de vivir. Que es el apoyo de aquellos a quienes amamos lo que necesitamos para seguir adelante, que no hay obstáculo que sea mas grande que el Creador mismo, y que todos estamos en el mismo salón de clases, esperando con ansias y desesperación pasar, seguir adelante, continuar viviendo, continuar conociendo, creciendo, aprendiendo, buscando la felicidad.
Y antes de que pudiera terminar esta onda de pensamiento. Llegó a mi vida una nueva prueba, cuando le di las buenas nuevas a mi amigo Alberto, el me dejó saber que la salud de su mamá se ha deteriorado de forma abrupta, que se encuentra hospitalizada, y que no sabe que hacer. Así que este fin de semana, en un lugar de celebrar, me voy a visitar a mis 3 hermanos, a acompañarlos y ser ese apoyo que ellos han sido para mí estos últimos años. Un ciclo termina y muchos otros comienzan.
Este viaje que llamamos vida está colmado de días nublados, a veces el sol se esconde por semanas, a veces sale y no calienta, pero que alivio siento al pensar que no estoy sola, que hay muchos como yo, queriendo aprender, buscando la felicidad, y levantándose con pies firmes después de caer.
Al final de este viaje en la vida quedará
una cura de tiempo y amor,
una gasa que envuelva un viejo dolor.
Al final de este viaje en la vida quedarán
nuestros cuerpos tendidos al sol
como sábanas blancas después del amor.
Al final del viaje está el horizonte,
al final del viaje partiremos de nuevo,
al final del viaje comienza un camino,
otro buen camino, que seguir descalzos
contando la arena.
Al final del viaje estamos tú y yo intactos,
quedamos los que puedan sonreír
en medio de la muerte, en plena luz.
Al final de este viaje. Silvio Rodriguez