El amor todo lo puede y todo lo soporta, esta historia es prueba de ello, mis tres hermanos y yo hemos pasado mil cosas juntos y a pesar del tiempo y la distancia nuestra relacion sigue intacta. Cuando pierdo la fé en el mundo y en las personas, pienso en cada uno de ellos y de inmediato recuerdo que vale la pena querer y confiar....



Sunday, March 7, 2010

Nada dura para siempre (3)

Hace un algunos días, tuve que asistir al funeral del papá de mi amigo Alberto y aunque no estaba muy contenta de tener que salir de mi rutina para participar en algo tan triste, aún asi lo hice, y no me arrepiento, pude consolar, al menos por unos minutos a mi amigo Alberto, no puedo imaginarme su dolor, en realidad no puedo, mis padres se divorciaron cuando yo tenía apenas 5 años y es muy poco el contacto que mantengo con él, estoy segura que ese poco contacto desaparecerá pronto, pues a el no parece interesarle cultivarlo, tal vez cuando sea mayor y tenga mas experiencia podré entender como a alguien puede no interesarle sus hijos, por ahora la inmadurez propia de mi edad me lleva a alimentar un profundo rencor dentro en el corazón, algo así como un mecanismo de defensa...no me quieres, yo tampoco a ti.
Volviendo a Alberto, luego del funeral, lo llamé un par de veces, le pregunté como estaba y hasta reímos juntos, el me ha llamado varias veces a mi casa, pero siempre estoy en clases o con mis amigos de la Universidad, un grupo diverso y fascinante, a veces hasta adictivo, y de nuevo, por cosas propias de mi edad, se han convertido en lo mas importante en mi vida, de ese grupo tengo que mencionar a Valentina, una amiga como pocas, al menos para mí, nunca había conocido a alguien así, es la amiga que todo el mundo sueña tener.
Es probable que unos años los recuerde y me diga a mi misma, estos eran tus amigos?

Estudio Ciencias Políticas en la Universidad Central de Venezuela en Caracas, los primeros semestres han sido increiblemente complicados para mi, no solo por los retos académicos a los que me enfrento sino por esta libertad que me llegó de repente, no se olviden que comence la carrera de 16 años de edad, eso sin contar con que todas las personas que me rodean son mayores que yo. Pero trato de defenderme, hago lo que puedo.

Pero de lo que quería hablar era de que nada dura para siempre, y a lo que me refiero es que esa llama que se encendió con el abrazo de dos amigos en un funeral, y que parecía ser el sello de un pacto de amistad eterna, se disipó de manera casi inmediata, cada quien siguió su camino, como si nada hubiera pasado, y entre tanta gente y tanto ruido, no tengo tiempo de pensar en lo que se ha perdido.

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